En el último programa de Radio Ona hablamos sobre las vacaciones. Si no has escuchado el programa porqué no entiendes el catalán, te digo que empezamos así: “Viu la Vida”, “Viu la Vida”, “Viu la vida” Vive la vida que quieras, la que te haga cosquillas en la barriga, ¡sí, sí! Conoces esta sensación, ¿verdad? ¡Pues vive la vida así! Con intensidad, pasión, gozándola con todo, por todo y con todos! Nuestro programa es un espacio de crecimiento personal que queremos que se convierta en un recurso de auto motivación y aprendizaje, reflexión y enriquecimiento. Donde nosotras pretendemos ser vuestra fuente de inspiración y los oyentes ponen su parte de transformación en aquello que les resuene. Jugamos, nos divertimos y hacemos reflexiones de todo tipo para darnos cuenta de que nada es blanco o negro, sino que hay un sinfín de matices y que realmente todo está bien y ¡es correcto! «Las vacaciones», reflexionamos sobre muchas cosas en relación a ellas… Preparando el guión para la emisión del programa me hice yo misma la siguiente reflexión: ¿Quién establece que mayoritariamente se deban hacer las vacaciones en agosto? Es esta sensación de que alguien está escogiendo tu vida, que alguien está interfiriendo y tomando decisiones por ti. ¿Por qué lo permitimos? Pues imagino porqué nos han educado en el qué dirán, aguantar, no preguntar por si… por miedo a asumir algo que no queremos. Pero porqué al final vamos haciendo suposiciones probablemente erróneas por no preguntar, dialogar y buscar un entendimiento. Deberíamos tomar conciencia de que el poder de decisión y elección de nuestra vida es nuestro. Por lo tanto sería muy bueno hablar y pactar empresarios y trabajadores de cuando hacer las vacaciones. Así quizás las empresas no tendría que cerrar durante un determinado período de tiempo, no habrían las urgencias antes de vacaciones, podrían seguir produciendo y generando riqueza y todo el mundo sería feliz. Así pues, ¿por qué no nos planteamos ésta opción? Creo sinceramente como he dicho porqué no nos han educado a pensar, reflexionar y cuestionar. Vivimos para trabajar y no trabajar para vivir. Son conceptos totalmente distintos que nos hacen tomar la vida de formas distintas. Y ciertamente deberíamos trabajar para vivir y no al revés que es como se nos ha educado. Y es así porqué solo se piensa en una única forma de trabajar (por cuenta ajena a cambio de tiempo y dinero), pero hay muchas más formas de trabajar más allá de las socialmente establecidas. Deberíamos poner nuestro dinero a trabajar por nosotros, mientras nosotros vivimos, disfrutamos y seguimos gestionando el dinero para que nos siga trabajando por nosotros. Y además, ¿Porqué pensar en descansar un largo período de tiempo? ¿Por qué no hacer unas vacaciones permanentes? Yo me siento que vivo en eternas vacaciones porqué puedo decir que trabajo 365 días al año y hago vacaciones 365 al año.Me ofrezco unas vacaciones diarias y me lo digo a mi misma: ¡me voy de vacaciones! Y sí, cuando me lo digo me tomo un tiempo para mi, para gozar de aquellas cosas que solemos hacer cuando estamos de vacaciones que tenemos más tiempo libre: leer, escribir, dibujar, cantar, bailar, una cena, una conversación apasionante, una siesta… Seguro que todos tenéis momentos de estos en vuestro día a día y, si no los tenéis analizad bien vuestra vida, pues algo muy importante falta. Si tomas conciencia de que sí tienes momentos de estos, darle la connotación de vacaciones, de unas buenas y merecidas vacaciones, os aseguro que vuestro bienestar aumentará. Gozad con una gran sonrisa de estos momentos de placer, de hacer lo que más os guste o de no hacer absolutamente nada. Y he utilizado la palabra tiempo. Creo sinceramente que no gestionamos correctamente nuestro tiempo, el tiempo no es relativo. Cuando decimos no tengo tiempo para eso, deberíamos cambiar la palabra y decir no es una prioridad para mi «eso». Pues el tiempo es el que es y hacemos o dejamos de hacer aquello a lo que le damos prioridad. Si estás haciendo cosas que para ti no son un prioridad, deberías plantearte cambiarlo para mejorar tu calidad de vida. Piensa que vida solo hay una y, por lo tanto, es bueno dedicar el tiempo que tenemos a aquello que sea prioritario para nosotros. Esto siempre tendría que ir por delante de cualquier otra cosa. La gestión del tiempo y el orden deberían ser una gran prioridad para las personas, pues así seríamos mucho más productivo y tendríamos más tiempo (organizado) para hacer más cosas. Las prioritarias y las secundarias y no nos sentiríamos agobiados, estresados. Seríamos mucho más felices y nuestro nivel de bienestar aumentaría considerablemente. Dentro de tu día a día, incorpora momentos de placer, de diversión y abre tu mente a nuevas opciones. Nuevas oportunidades, nuevas fuentes de creación y generación de riqueza para ti y los tuyos. Que trabajar duro no sea la única opción. Atravesar la barrera del miedo, de la inseguridad, del qué dirán y toma decisiones valientes, coherentes y que te traigan mayor beneficio. Supera tus inseguridades y lánzate a vivir, a cambiar, a probar, a equivocarte y a crecer. Una reflexión, si supieras que hoy es tu último día de vida, ¿estarías orgulloso de lo que has hecho? ¿estarías satisfecho? ¿sientes que has hecho todo aquello que querías? ¿qué has vivido? Los miedos y bloqueos sabotean nuestras vidas y nos impiden vivir. ¿Qué es lo que hemos venido hacer: ¡VIVIR! Qué curioso, ¿verdad? Como decía Vanesa, existen muchas profesiones que aún no se han inventado, y debemos estar abiertos a todo lo que venga, y no quedarnos solo con lo que conocemos. Estamos al S.XXI y tenemos una mentalidad en muchos aspectos del S.XIX-XX incluso a nivel educativo. ¿Y si evolucionamos ya? Si eres maestro, deberías sentirte con la responsabilidad de estar abierto a conocer más opciones y inspirar a tus alumnos a conocer todas las opciones. Y si eres papá o mamá, ¡aún más! Que tus bloqueos, desconocimientos o creencias no