ABUNDANCIA

Cuando hablamos de abundancia solemos pensar en dinero, pero realmente va mucho más allá. La abundancia es omnipresente en nuestras vidas y se aplica en las relaciones, la salud, el dinero, el tiempo, los bienes materiales…

Según la RAE la abundancia significa gran cantidad, prosperidad, riqueza y bienestar. Algo es abundante cuando existe en gran cantidad.

Lo contrario a la abundancia es la escasez. ¿Y por qué no nos sentimos abundantes la gran mayoría de los humanos? Pues básicamente porqué nos han educado desde la escasez. En que las cosas son finitas. Que hay una cantidad finita de oportunidades, de tiempo, de relaciones… pero la realidad es que… ¡no es así!

La propia vida nos demuestra la abundancia en sí misma. Solo debemos observar la cantidad de aire que disponemos para respirar, los grandes océanos, el mar infinito de estrellas que brillan en el cielo y que ni tan solo nuestra mirada puede llegar a observar.

Con ésta educación hemos tomado una actitud conformista en la vida. Sin ambición, sin ganas ni pasión para ser, hacer y tener más de lo que queremos.

Nacemos con la mente pura y en blanco. NoS vamos llenando de creencias a partir de lo que nos dicen nuestros padres, hermanos, profesores… pero éstas creencias quizás sean erróneas, ¿no? Por ello tenemos la gran capacidad de crear otra realidad, otros pensamientos alineados a la abundancia y, ¿Cómo hacerlo?

Al igual que las sociedades creamos leyes para regular las acciones y poner orden, en la vida también existen leyes físicas como la ley de la gravedad, la ley de la fricción, la ley de la acción-reacción o la ley de la atracción. Estas leyes, creas o no en ellas, funcionan constantemente y están presentes en nuestro día a día. Y, para hablar de abundancia hablamos de ley de la atracción. Nuestros pensamientos, palabras o acciones atraen más de aquello con lo que pensamos, decimos o hacemos.

La ley de la atracción y vibrar en una determinada frecuencia es lo que nos va a alejar o acercar a la abundancia. Esto no es para nada extraño, grandes pensadores y filósofos hablaron y nos explicaron el funcionamiento de la ley de la atracción.

Para vibrar con la abundancia debemos sacarnos todos estos viejos patrones que nos evocan a la escasez y creer en el merecimiento. En que somos merecedores de más: más salud, más dinero, más relaciones armoniosas, más bienes materiales… ¡más de todo aquello que deseemos!

Aquí van un par de ejemplos:

  • Si tu piensas que no tienes amigos, que los que tienes se aprovechan de ti y no te valoran… ¿qué crees que vas a atraer a tu vida? Te respondo… más personas así, pues ¡lo estás decretando! En cambio, si piensas que tienes los mejores amigos del mundo, que te respetan, te escuchan, que os divertís juntos… ¿Qué atraerás? Más personas con éstas características.
  • Si crees que el dinero es malo, que solo conlleva problemas, que jamás tendrás lo suficiente para hacer tus sueños realidad… no vas a atraer dinero a tu vida. ¡Lo estás negando tu misma! Por el contrario, si crees que el dinero es bueno, que lo necesitas para poder dar una mejor vida a tus hijos, poder viajar a ver tus familiares al otro lado del mundo… ¿Qué pasará? ¡Que vas a ganar más dinero!

Nos han educado también que el dinero es malo, que a más dinero, más problemas… pero no es así. El dinero es un bien de intercambio. El uso que haga cada uno con el dinero determinará si lo utiliza para cosas buenas o malas, pero el dinero nos permite hacer cosas extraordinarias. Como una comunidad con valores para la gente mayor, disponer de un excelente sistema educativo o un modelo sanitario o judicial dignos y eficientes. ¿Por qué no funcionan la educación, la sanidad o la justicia? ¡Porqué no hay dinero! Bueno, el dinero sí está, pero no se invierte en estos servicios comunes.

Esto es lo que hace básicamente la ley de la atracción. Atraer aquello que pensamos, decimos y hacemos. Así que a partir de ahora, cuida tus pensamientos, tus palabras y acciones para atraer aquello que realmente desees a tu vida. Tienes la gran capacidad de crear la vida que deseas. Si no la tienes es porqué no estás aplicando a tu favor la ley de la atracción.

Realmente la ley de la atracción es muy simple: como dice el refrán “haz bien y no mires a quién” o en catalán “Tal faràs, tal trobaràs” (Hacer el bien por el mundo repercute en nosotros.)

Al final tal y como pensamos, decimos y actuamos será lo que vas a recibir. Si piensas en negativo, tienes pensamientos destructivos y abusivos… atraerás a tu vida más situaciones negativas, destructivas y abusivas.

Por el contrario, si eres positivo, alegre, magnético, empático, cariñoso y generoso… vas a recibir más de eso: generosidad, amor, empatía, alegría… Por eso es importante relacionarnos con gente positiva, ¡pues esta energía se pega!

Piensa en alguna situación en que estás al lado de una persona alegre, que sonríe, divertida,… ¿Cómo te sientes tu? ¡Igual! En cambio, cuando estás con una persona que solo se queja, que está enfadada, triste… ¿Cómo te sientes tu? ¡Igual también!

Nosotros con nuestros pensamientos somos los creadores de aquello que sucederá y aquello que vamos a recibir. Lo que vivimos hoy es el resultado de nuestros pensamientos de ayer.

Me gusta compartiros ejemplos para dar visibilidad a situaciones cotidianas que nos ocurren a todas y todos. Por ejemplo, cuando te levantas por la mañana y piensas hoy iré al gimnasio, iré a cenar con mi pareja, me dedicaré un baño relajante para mi… sucederá. Pero si te levantas y piensas hoy será un día de mierda pues he dormido fatal, ya me he manchado la camisa antes de salir de casa… pues realmente tendrás un día que todo te saldrá al revés.

El primer pensamiento del día es el que determinará como te irá aquel día, e ir a dormir con ansiedad, pensando en problemas… no te dejará descansar y te levantarás mal. Así que un buen método para que todo fluya con abundancia y atrayendo aquello que deseas es practicar la gratitud al levantarte y al irte a dormir. Hablaré de ello en un post de Instagram y Facebook a final de mes. ¡No te lo pierdas!

Pensemos que la verdadera abundancia es un derecho que tenemos todos de nacimiento. Que todos tenemos un potencial ilimitado en nuestro interior que podemos experimentar y sacar a relucir viviendo la vida con plenitud y actuando de corazón. Debemos sentir el merecimiento en nuestras venas y recibir todo aquello que deseemos. Pero por desgracia, la gran mayoría de personas están tan desconectadas de sí mismas que ni siquiera saben qué quieren en su vida y eso les bloquea de acceder a la verdadera abundancia.

En la vida debemos caernos, pues en cada fracaso hay la semilla para el éxito. Para recibir nuevas oportunidades y la posibilidad de poder explorar otras alternativas. Aquí es donde forjaremos nuestra autoconfianza para lograr cualquier cosa que nos propongamos. ¡Con esfuerzo, acción, determinación, actitud, alegría, humor y pasión!

¿Somos realmente conscientes que podemos crear cualquier cosa, en cualquier momento y en cualquier lugar? CLARO, ¡CLARO QUE PODEMOS!

Siempre dar lo que queremos recibir. Siempre es empezar en uno mismo y no transferir la responsabilidad a los demás de nuestra felicidad o infelicidad, de nuestra carencia o abundancia… todo reside en uno mismo. Fluye con la vida y ofrece amor, pasión, ganas y entusiasmo. Así es como te llegará la abundancia real.

Piensa, cuando haces lo que te gusta todo llega. Pues lo haces con amor, sin esfuerzo, con alegría y energía. Porqué ¡te gusta! Pero como tenemos tantas creencias limitantes, miedos, inseguridades por toda la educación que hemos recibido la humanidad está sin rumbo, sin ambición, sin proyectos, sin ganas ni energía para nada.

¡Ayuda a crecer a los demás y verás como creces tú también! Actuemos para construir, no para destruir.

Debemos hacer lo que nos gusta y también lo que no nos gusta con las mismas ganas, con la misma dedicación, con amor y humor, sin quejas ni mal humor.

Como decía Vanesa en el programa de radio, los sueños son el carburante para tomar acción en la vida. Sin sueños no hay ilusión ni esperanza. ¡Volvamos a soñar como cuando éramos niños!

Y voy a terminar con dos cosas más.

VIVE la mágia del momento presente y verás la infinidad de señales que te da el universo. Esto es el sincro destino. La sincronicidad que hay en tu vida y todo lo que te rodea. Pues lo atraes porqué estás despierta y presente en cada momento. Es fácil empezar a vivir así. Solo debes agradecer por todo lo que tienes ahora y lo que eres ahora, viviendo fluyendo con la vida y sin preocuparte por lo que no tienes y quieres, ¡suéltalo! Pues todo es perfecto tal y como es. Siente la conexión contigo misma y con los demás. Pues todos somos uno. Viviendo con amor puro y absoluto. Emitiendo e irradiando amor. Y sabiendo que eres merecedora de todo en la vida. Cuando lo crees firmemente y lo sientes desde tus entrañas, empiezas a recibir todas las cosas buenas que hay en la vida. Regálate momentos para ti, regálate aquel vestido que tanto te gusta, regálate una cena con aquella persona querida… todo ello son señales que ofreces a la vida para decirle, quiero más de esto. Y te lo va a ofrecer. Y sobre todo, ¡vive tu vida de forma abundante!

Algunas sugerencias que pueden ayudaros a ser más abundantes:

  • Acepta lo que tienes ahora y sé feliz con eso.
  • Haz todo lo que te has comprometido hacer con amor y pasión, te guste más o menos.
  • Fluye y escucha todas las oportunidades que te ofrece la vida, trabajando las reticencias de tu ego o lo que te diga la mente. ¡Ábrela y escucha tu corazón!
  • Trabaja con tu mente: dile que eres merecedora de recibir todo lo que desees a tu vida desde el amor y con pasión. Aunque no te lo creas ahora mismo, hazlo como si ya lo sitiéses así. La mente ¡se lo cree todo!
  • Escucha podcast de crecimiento personal para forjar tu autoestima y tu autoconfianza.
  • Te sugiero 3 libros: «Los cuatro acuerdos», «El secreto» y «Como hacer que te pasen cosas buenas».
  • Confía en la vida. Todo llegará, pero cuando tenga que llegar. No impongas tiempos. ¡Confía!

“Tú eres el arquitecto de tu propia vida. ¡Tú decides qué quieres construir!”

¡Por una vida llena de abundancia y prosperidad!

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